PIEDRAS EN LA VESÍCULA (1ª parte)

Después de las vacaciones reemprendemos
el blog de nuevo y empezaremos,con un tema de salud.Como es extenso lo haremos en diferentes partes como viene siendo habitual.
Hablaremos estos días de porque se forman piedras en la vesícula, como diagnosticar si uno las tiene etc...

La vesícula biliar se encuentra debajo del hígado y tiene la forma de una pequeña bolsa. En condiciones normales, las células de hígado producen la bilis que se almacena en la vesícula biliar hasta que es vertida en el intestino para facilitar la digestión de las grasas.
La litiasis biliar (presencia de piedras en la vesícula), conocida en términos médicos como colecistitis, es una de las enfermedades más comunes en el mundo occidental, aunque puede evolucionar sin provocar síntomas.


¿Por qué se forman las piedras?
En la raíz de la formación de los cálculos biliares existe una alteración del metabolismo de las células hepáticas. Cuando esta bilis tiene alterada su composición con un exceso de sustancias no solubles (habitualmente colesterol), se produce su sedimentación, dando lugar a la aparición de cristales sólidos que forman el núcleo central del futuro cálculo.
Además, debe existir una alteración del funcionamiento de la propia vesícula biliar (inflamación, retención de la bilis...) de tal forma que los cristales microscópicos se adhieran entre sí y den lugar, a lo largo del tiempo, a una piedra.
¿Quién tiene más probabilidades de padecerlas?

Las piedras en la vesícula suelen presentarse en mayor medida en mujeres de edad media, aunque también pueden afectar a ambos sexos y a cualquier edad. De hecho, en los últimos años, métodos de exploración como la ecografía, han permitido detectar cálculos biliares incluso en niños y adolescentes. La vejez y la obesidad son factores de riesgo sobreañadidos para la formación y crecimiento ulterior de estos cálculos biliares. Algunos factores relacionados con la dieta, como la elevación del nivel de triglicéridos en la sangre, pueden tener también cierta influencia en su desarrollo. Incluso existe una cierta predisposición genética, por lo que conviene averiguar si se han dado casos de cólicos biliares en la familia. A pesar de todo, más de la mitad de quienes tienen piedras en la vesícula pueden llegar a no enterarse nunca de ello.

Continuará...